Los elementos del aseo personal son objetos y hábitos que se relacionan con el concepto de higiene personal y se usan para mantener el cuerpo limpio. El concepto de higiene personal abarca la totalidad del cuerpo y se asocia no solo con el estado de limpieza corporal, sino con la manera como esto afecta la autoestima y la percepción que otros tiene de uno.
Con el objetivo de mantener su cuerpo limpio, el ser humano ha desarrollado numerosos productos y elementos que se han convertido en parte esencial de las diferentes culturas alrededor del mundo.
Hoy en día, existen ciertos elementos de aseo personal cuyo uso es inevitable cuando el objetivo es tener una buena higiene personal (Johnson, 2017).
Actualmente, en el mercado pueden ser encontrados numerosos elementos y productos de aseo personal. No obstante, el listado de productos indispensables para tener una buena higiene personal, es corto.
Estos productos son esenciales pues su uso tiene un impacto altamente notorio en la presentación física de las personas cuando éstas los usan.
Los elementos de higiene personal esenciales incluyen el jabón, el champú, el desodorante, la pasta dental, el papel higiénico, los productos de higiene femenina, los líquidos anti-bacteriales y el cortaúñas.
¿Cuáles son los elementos del aseo personal más importantes?
Jabón
Hoy en día, existen tres tipos diferentes de jabón que comúnmente se encuentran entre los elementos de aseo personal: el jabón de manos, corporal y facial.
Sin embargo, históricamente, el jabón solía ser una grasa (principalmente un subproducto derivado de los animales) que se cocinaba con algún alcaloide como el carbonato de potasio, para crear una sustancia líquida o sólida útil para remover la suciedad.
En la actualidad, el jabón no siempre se fabrica de la forma como solía hacerse en el pasado, ya que comúnmente se usan algunos ingredientes modernos a base de petróleo y surfactantes sintéticos.
No obstante, muchas compañías continúan fabricando el jabón con ingredientes naturales, como aceites, para reemplazar la grasa animal con una base vegetal de coco o palma (Boehlke, 2014).
A pesar de que en la actualidad se utilizan diferentes tipos de jabón para lavar partes específicas del cuerpo, un solo tipo de jabón podría ser usado para mantener limpio todo el cuerpo.
Shampoo
El champú es un tipo de jabón que se utiliza para lavar el cabello. Técnicamente, el jabón que se utiliza para limpiar el cuerpo podría ser utilizado en el cabello, ya que la noción de utilizar un jabón dedicado solo para el cuidado del cabello únicamente surge a partir del año 1860, cuando las personas no tenían siquiera el hábito de bañarse (Smith).
El champú que se usa hoy en día es diferente al jabón que regularmente se utiliza para lavar el resto de cuerpo.
Éste contiene ingredientes diseñados para remover la suciedad y el exceso de grasa, la caspa y cualquier subproducto derivado del medio ambiente.
Por otro lado, el champú también debe ayudar a tener un cabello de apariencia saludable, suave, brillante y manejable.
Pasta dental
A diferencia de muchos otros productos de higiene personal que habitualmente inundan el mercado, la pasta dental cumple una función muy importante ya que contribuye con la limpieza de los dientes.
Algunas variantes de este producto también ayudan a mantener el aliento fresco y a blanquear los dientes (Inderpreet, 2017).
Culturalmente, es desagradable tener caries, mal aliento y dientes amarillentos. Por esta razón, lavarse los dientes es de vital importancia para prevenir cualquiera de estas situaciones.
Los primeros registros de que los seres humanos utilizaran algún tipo de pasta de dientes o dentífrico data del imperio romano.
En la Antigua Roma era común utilizar cenizas abrasivas de conchas marinas y huesos de animales. Sin embargo, la versión moderna de la pasta de dientes no fue introducida al mercado hasta el siglo XIX.
Papel higiénico
Es uno de los elementos de aseo personal más íntimos y necesarios. Antes de que fuese fabricado de celulosa y puntualmente, para el uso que se le da hoy en día, las personas utilizaban las páginas de revistas y periódicos viejos en su lugar.
La necesidad de su uso, independientemente de los materiales, siempre ha estado presente en la cultura.
Las primeras versiones de papel higiénico eran esponjas, tusas de maíz, cepillos u hojas. Solo hasta el año 1890 la compañía Scott lanzó al mercado rollos de papel específicamente diseñados para cumplir las funciones del papel higiénico.
Actualmente, una persona del común puede llegar a utilizar hasta 20,000 cuadros de papel higiénico por año (FREEMAN, 2017).